Lo que me interesaba trabajar en el proyecto era sobre todo el cómo se lee este edificio desde la calle, de esta manera he llegado a la solución de un muro de hormigón perforado en fachada que dota al edifico de la dualidad noche/día, por el día estos huecos sirven de entrada de luz al edificio, mientras que por la noche la proyectan hacia fuera, así como las sombras de la gente que pasa junto a la fachada o que sube por las escaleras o el ascensor. Lo que me llamaba la atención era sobre todo este juego de movimiento de luces y sombras en fachada, en el que se pueden intuir los recorridos de las personas o el movimiento del ascensor.
Este sistema de huecos se ha hecho siguiendo un patrón de retícula cuadrada de 30x30 cm en el que existen 4 tipos de huecos de mayor a menor amplitud. Estos agujeros se abocinan en el interior del edificio para conseguir una luz más dispersa e indirecta que favorezca la tarea de la lectura.
En cuanto a los espacios interiores, me interesaba que estuvieran directamente relacionados con el juego de fachada. He pensado en la gran variedad de gustos a la hora de leer, por ejemplo, hay gente que le gusta una lectura en el parque a plena luz del día o hay otros que prefieren leer en la intimidad de sus casa con menos luz. Esto, aunque no esta representado en los dibujos es la dirección por la que me gustaría ir a la hora de caracterizar esos espacios interiores.
Un ejemplo sería la planta tercera, que al ser la intermedia pienso que es la idónea para situar los aseos y la zona de descanso. Este área sería la más pública de todo el edificio, por lo que también sería la más abierta a la calle.
El acceso a la biblioteca se realiza desde la calle Alcalá, y nada más entrar te encuentras con un mostrador debajo de un espacio en doble altura. En la planta primera este espacio en doble altura se recorre en su perímetro e invita a la gente a echar un vistazo al catálogo y novedades de la biblioteca en unas pantallas.
Ejemplo de escaleras entre muros y en fachada. Se tratan de dos edificios de Peter Zumthor, la Kunsthaus en Zurich, y el museo Kolumba en Colonia. Me interesa este tipo de recorridos entre muros, porque creo que resuelven bastante bien el tema de separar el ambiente de lectura de los recorridos verticales. En mi caso la escalera no estaría separada del interior por otro muro de hormigón sino por un vidrio translúcido que deje pasar la luz de los huecos al interior del edificio y a su vez la difumine aún más.
